La música siempre ha estado en el centro de la cultura, los negocios y la creatividad. Pero con la música surge una pregunta fundamental: ¿quién posee los derechos? ¿Cómo se protegen los compositores? ¿Y cómo pueden las empresas o los creadores utilizar canciones de forma legal en público o en internet?
En Estados Unidos, estas cuestiones han sido gestionadas durante décadas por los Performance Rights Organizations (PRO). Su función es cobrar regalías a las empresas y locales que reproducen música, para después redistribuirlas a los compositores. La idea es justa, pero el sistema en la práctica suele imponer cargas económicas desproporcionadas, sobre todo a pequeñas y medianas empresas.
Con la llegada de internet y la distribución digital, aparecieron nuevas soluciones. Las plataformas de música libre de derechos permiten acceder a pistas profesionales sin la complejidad de las licencias tradicionales. Entre ellas, Legis Music se destaca por ser una alternativa moderna, transparente y asequible.
El copyright existe para proteger a los creadores. En el momento en que alguien compone y graba una canción, se convierte automáticamente en titular de sus derechos. El objetivo es claro: evitar que su obra se explote sin permiso.
Esto significa que cada vez que una canción se reproduce en un café, un gimnasio, una tienda, un video o una campaña publicitaria, es necesario contar con una licencia. Los PRO fueron creados para representar a los compositores y garantizar que reciban un pago justo cuando su música se interpreta en público.
El problema es que el sistema tradicional rara vez se adapta a la realidad actual. Las licencias suelen ser planas, recurrentes y costosas, sin importar la magnitud del negocio o el uso real de la música. Para una pequeña cafetería o una boutique local, el gasto resulta desproporcionado y la terminología legal confusa.
Imaginemos un pequeño restaurante que quiere poner música ambiental para mejorar la experiencia de sus clientes. Con el sistema antiguo, el dueño debe pagar una licencia anual a un PRO. El coste es el mismo tanto si reproduce unas cuantas canciones al día como si tiene música sonando las 24 horas.
Esto provoca una gran injusticia: pequeños locales pagan lo mismo que grandes cadenas con cientos de establecimientos. A eso se suma que los contratos no siempre son claros, lo que genera inseguridad en los empresarios acerca de si cumplen realmente con la ley.
Ante este panorama, muchos se sienten obligados a pagar de más o a arriesgarse a usar música sin licencia, exponiéndose a sanciones. Ninguna de estas opciones resulta ideal.
Internet cambió por completo la industria. Con el auge del streaming, los videos online, las redes sociales y la publicidad digital, los usos de la música se diversificaron. El modelo tradicional, pensado para radio y televisión, quedó obsoleto.
Así surgió la música libre de derechos. La lógica es simple: pagas una vez por una licencia y puedes usar la pista para siempre. No hay pagos recurrentes, ni tarifas ocultas, ni contratos complicados.
Esto no significa que la música sea gratuita, sino que viene acompañada de un permiso claro y permanente. Al elegir una plataforma de confianza como Legis Music, sabes exactamente qué puedes hacer y que tu proyecto está cubierto legalmente.
Legis Music nació con esta filosofía adaptada a la era digital. Su misión es ofrecer a negocios, creadores y profesionales un acceso sencillo, económico y legal a una amplia biblioteca de música.
Precio accesible: en lugar de pagar regalías mensuales elevadas, se ofrece una suscripción clara o licencias puntuales.
Licencias de por vida: una vez adquieres la pista, puedes usarla para siempre, incluso si cancelas la suscripción.
Uso comercial incluido: válido para negocios físicos, videos en redes sociales, podcasts, publicidad y producciones audiovisuales.
Catálogo diverso: géneros, estados de ánimo y atmósferas para cada proyecto, desde música ambiental relajante hasta temas cinemáticos.
Sin reclamos de copyright: todas las pistas están verificadas, evitando bloqueos o strikes en YouTube, Instagram, TikTok o cualquier otra plataforma.
En definitiva, Legis Music devuelve la libertad creativa a negocios y creadores, eliminando la carga legal y financiera.
En un comercio, la música de fondo es mucho más que un adorno. Afecta el ambiente, influye en el comportamiento de compra y fortalece la identidad de la marca.
Sin embargo, en el modelo tradicional, hasta reproducir un solo tema podía implicar pagar tarifas recurrentes. Con Legis Music, un dueño de negocio puede elegir pistas que encajen con la atmósfera de su local —ambientales para un spa, animadas para un gimnasio o elegantes para un restaurante— y reproducirlas con total tranquilidad, sabiendo que están cubiertas de por vida.
De esta manera, las pymes pueden mejorar la experiencia del cliente sin sacrificar su presupuesto.
Hoy, la necesidad de música no se limita a los negocios físicos. Los creadores en YouTube, TikTok o Instagram requieren bandas sonoras que refuercen la emoción. Las empresas usan música en presentaciones, anuncios o campañas internas. Los podcasters y cineastas necesitan pistas versátiles que puedan usar sin problemas.
Legis Music cubre todos estos casos. Su catálogo incluye temas reflexivos para videos conmemorativos, instrumentales energéticos para marketing y composiciones cinemáticas para producciones creativas. Con licencias claras y permanentes, cada proyecto se desarrolla sin miedo a reclamaciones de derechos.
Los PRO tradicionales seguirán existiendo para ciertos contextos. Pero para los usos cotidianos —tiendas, restaurantes, creadores independientes y marketing digital— el futuro pertenece a la música libre de derechos.
Legis Music es la muestra de esta evolución:
Claridad donde antes había confusión.
Precios justos donde antes había tarifas excesivas.
Simplicidad donde antes había burocracia.
En un mundo donde la música está en todas partes —en tiendas, apps, videos, anuncios y redes sociales— es esencial tener acceso a una fuente fiable y legal.
Durante décadas, muchos creyeron que no había alternativa a las costosas licencias de los PRO. Pero internet cambió el panorama.
Con Legis Music, cualquier persona puede acceder a música profesional, usarla legalmente y sin sobrecostes, y dar vida a sus proyectos sin barreras. Ya seas dueño de un café, creador de videos, podcaster o responsable de marketing, Legis Music te ofrece la banda sonora ideal.
Más que una biblioteca musical, Legis Music es el puente entre la creatividad y el cumplimiento legal.